Jacques Herzog es consciente de que aquello que fundamentalmente se le exige como arquitecto es que sepa vender el prestigio de su firma y el valor de proyectos cuya concepción, a veces, se ha basado en la prioridad de satisfacer esas expectativas y descartando querer o poder asumir la profundidad del desafío intelectual y creativo que todo proyecto arquitectónico debe suponer…. >>>